Hace más de un siglo, María Montessori se convirtió en la primera mujer médica y científica de investigación en Italia. Ella hizo una serie de descubrimientos sorprendentes en sus estudios de los niños y la forma en la que realmente aprenden. La Dra. Montessori comprobó que los niños pequeños aprenden mejor cuando descubren objetos e ideas en su entorno por su cuenta, en lugar de ser enseñado por los profesores.
Los estudios científicos de la Dra. Montessori destacan el tratamiento de niños como individuos únicos, capaces y dignos de respeto. Durante décadas de investigación, ella trazó la mayor parte de los secretos por descubrir de la infancia. Los colegios, los profesores y los padres todavía utilizan los descubrimientos de la Dra. Montessori en el desarrollo del niño(a), así como su amplia biblioteca de métodos de enseñanza probados. En todo su trabajo, en todos sus escritos, la Dra. Montessori nos trae de vuelta una y otra vez a una idea simple: Sigan al niño.
Los niños quieren aprender y descubrir por su cuenta y seguirán su propia curiosidad a las alturas del desarrollo intelectual, si tan solo se los permitimos. Naturalmente atraídos al mundo que los rodea, los niños están en un proceso constante de aprendizaje, así absorben directamente el conocimiento con poco o nada de esfuerzo.
La Dra. Montessori trabajó diligentemente para crear ambientes pensados para nutrir, que fueran seguros para la curiosidad infinita de los niños, para la exploración y el aprendizaje absorbente. Ella creía que si podíamos guiar a nuestros niños a su mejor desarrollo, ellos naturalmente traerían los mejores elementos del ser humano a todas sus comunidades. Frecuentemente ella usaba lenguaje no científico como referencia, respeto y amor para describir nuestro trabajo como educadores adultos. Estos principios están en el corazón del Método Montessori.